LOS RAYOS SACAN EL TRIUNFO 2-1 EN CABORCA.

El equipo filial de Cimarrones visitó este viernes a Héroes de Caborca y en un disputado encuentro y llevados de la mano del “A`pá” Oropeza supieron rescatar los tres puntos en lo que fue el compromiso de la Jornada 13 del Grupo XIII de la Tercera División.

Por Osven Hernández.

CABORCA (14 de febrero del 2014).- Para Rayos del Poblado Miguel Alemán, no es necesario que sea el día de la amistad para triunfar, ya que el embrujo de la victoria los acompaña siempre y una vez más logran sacar fuerzas de flaqueza para agenciarse tres valiosos puntos en lo que fue un partido jugando como visitante bastante complicado ante “Héroes de Caborca”.


El cotejo correspondiente a la fecha trece del rol del Grupo XIII se jugó la noche de este viernes en el tradicional estadio “Fidencio Hernández” de La Perla del Desierto.
Era el clásico duelo de dos equipos que han sido campeones de la división y por ende el orgullo estaba de por medio.

Ciertamente fue un partido en el que los “cimarroncitos” se complicaron solos la existencia en la primera mitad, esto es porque cayeron en el juego de los locales, es decir se fueron con la finta de los “pelotazos”.

1 – 0 (28”): Los “heroicos” se acordaron de cuando derrotaron a los “filibusteros” y se pusieron adelante con un soberbio gol de su jugador estelar Jesús Humberto Avendaño, tras de que este tomara el balón en la banda y se fue metiendo como cuchillo en mantequilla por el centro y al llegar a los linderos de la media luna del área grande saco un disparo cruzado que se metió al ángulo, dejando prácticamente al “Morochito” Ocejo estirado en el aire pero el lance no le alcanzó para llegar a la esquina donde hacen su nido las arañas.

Los típicos gritos de “eeiiiiitttt” del `profe` Ferreira empezaron a escucharse hasta al Estadio Sonora de la capital donde todo el mundo estaba pendiente de los acontecimientos, fue entonces que el equipo “berrendo” reaccionó y empezó a tocar más el balón, aplicando aquello que solía decir “El General”: “Como entrenas, juegas” y muy pronto tuvieron por lo menos tres llegadas claras para empatar pero no cayó en la fiesta el invitado. No había precisión.

Al medio tiempo la adrenalina en el vestidor de visitantes subió de intensidad, el “jalón de orejas” no se hizo esperar y como bien dicen que “más sabe el viejo que por diablo”, ipso facto modificó la alineación.

Para la parte complementaria entró Ochoa por González y Villegas por Ramírez Sabori, como la idea era “agobiar” al cuadro local el “Indio” Ferreira mandó de punta a Luis “A`pá” Oropeza y ahora eran dos los peligrosos, pues el “Willy” ya estaba encarrilado. Ahí fue la clave, pues cambio todo el panorama, pues los capitalinos empezaron a tener más posesión, el balón circulaba como le gusta al cuerpo técnico.
El “A`pá” saca la casta de los Oropeza.

1 – 1 (57”): El empate llegó tras de que Ochoa mando un tiro centro al área, el balón le quedo al “A`pá” Oropeza y en un dos por tres resolvió la situación al mandar el balón al fondo de las redes para que la pizarra se emparejara.

Después del gol del empate, como que el partido cayó en relax nuevamente, apagado por ocasiones y de repente hasta los balonazos se repetían, de nuevo tuvo que aparecer la varita mágica.

1 – 2 (64”): El “A`pá” volvió a sacar lo Oropeza que lleva adentro, agarro un balón en media cancha y se enfilo al área, cuando lo quiere atorar el defensor le toca el esférico al “Willy” pero se topa con el talón y la pelota queda a la deriva, es entonces que Oropeza que venía de atrás toma el balón y queda mano a mano con el arquero y con un punterazo cruzo el tiro para el gol que ponía a Rayitos 1 – 2.

Posterior a la acción vendría una serie de empujones y encaramientos, los jugadores se olvidaron de que era “Día del Amor y la Amistad”, siendo expulsado precisamente Oropeza por Rayos y Loroña, otro aguerrido elemento de los “Héroes”.

Así quedó el partido, en realidad fue un juego de dos caras, la primera mitad para los locales y el complemento fue para los visitantes.

Fue una noche redonda para Rayos, pues triunfó el que debería de triunfar.